ÁNGELES CAÍDOS
Leyendo libros sobre la proyección astral y viajes extracorporales me quedé dormido, entonces sentí como salía de mí mismo y me proyectaba hasta un espacio en blanco. Divagué lentamente mientras me alejaba de mi cuerpo durmiente hasta que encontré una figura que no parecía ni hombre ni mujer. -¿Quién eres?- le pregunté. -¿Y dónde estamos? -Me llamo Sariël y soy un ángel caído. Estás en el Infierno. -¿Y cómo has llegado a parar aquí? -Le dije a Dios que si el hombre llegaba a volar no sería del todo bueno, Él me contestó que si el hombre surcaba los cielos sería porque habría conseguido la bondad de los ángeles, discutimos y como no le di la razón me envió aquí. Me quedé algo sorprendido y preocupado. Más adelante encontré a otro ángel caído: -Me llamó Tarmiël, llegué aquí por decirle a Dios que algún día los hombres podrían comunicarse a grandes distancias, entonces Él me dijo que para ello los hombres tendrían que ser tan buenos como los ángeles, discrepé y el no darle la razón me hiz