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Mostrando entradas de enero, 2019

FUTURO HOSTIL

Resoplando y con la cara enrojecida, Zeo Zagart entro en la última sala del largo pasillo, abrió y cerro las puertas externa e interna hasta llegar a la sala sin cámaras, a pesar de todo apago todas la luces, pues nunca estaba seguro de que no lo estuvieran vigilando. Hacia muchísimo tiempo que su cerebro daba demasiadas vueltas a saber si realmente la homosexualidad en algún momento de la historia estuvo mal vista, que significaba “racismo”, “Iglesia” o la enigmática palabra “Dios”.< Cogió la luz del móvil y saco el libro arrugado del bolsillo de su cazadora, tomo el libro prohibido de Iacob Silverstone y comenzó a leer. “El mundo de hoy en día no se parece prácticamente en nada a los últimos 2000 años, durante todo ese periodo, desde el llamado “Imperio Romano” que comprendía la parte septentrional y cierta meridional del Mediterráneo, hasta finales del siglo XX el mundo estaba dividido en tres tipos de personas. La clase alta, la clase media y la clase baja. La misión de

El jardín de las Pasiones

Durante todos los años de su infancia Quidmi había oido maravillas a los adultos sobre jardín de las pasiones, pero siempre había tenido tanto miedo nunca acababa de estar suficientemente tentado de entrar. Todo cambió aquel día, notaba que algo era diferente en él, algo pasaba dentro que no había sentido hasta aquella fecha y hora. Quidmi se acercó a la enorme valla del jardín de las pasiones y recorrió su inmensa verja de marfil, cuando llegó a la entrada principal; descubrió que, a diferencia de los demás días, hoy estaba abierta. Quidmi se interno conmovido por un espeso aroma de felicidad pero a la vez con un espantoso y terrible miedo. El jardín de las pasiones se tornaba cada vez más hermoso, las flores eran cada vez más voluptuosas y bellas. Las formas se tornaban redondeadas, de múltiples colores que brillaban al son de su corazón. Entonces la vio, en el centro del jardín estaba la flor reina. Totalmente embriagado por el aroma de su néctar se derrumbó; la flor

Sirena Varada

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo en una aldea de Noruega habitaba un muchacho de 13 años cuya vida consistía en ayudar a su padre a recoger pescado a pocos kilómetros de la costa. Oswald, que así se llamaba el muchacho, conocía los cuentos legendarios de las sirenas, que le contó su madre antes de morir de una grave enfermedad. Contaba, que eran seres de piel clara, pelo rubio y ojos azules como el mar, de intensa belleza, sin embargo no tenían alma y eran criaturas, aún así, peligrosas y hostiles. Oswald no creía del todo estas leyendas, pensaba que podían ser un invento de los marineros, ya que en alta mar a veces la mente se confundía y veía y escuchaba cosas que en realidad no existen. Una noche Oswald, después de un extraño sueño, despertó en mitad de la noche en su saco sobre el que dormía en un pequeño establo de la aldea, junto a las vacas y ovejas. Miró, hacia el agujero del techo y vio una intensa luna azul envuelta en neblina; estaba tan hermosa que decidi