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Mostrando entradas de abril, 2011

Boabdil de Granada

Comenzaba a anochecer, desde la Alhambra se veían los montes de Granada. Entonces Boabdil se quedo solo, mudo, mirando al cielo y las estrellas. Una luz cegadora surco la noche, y se acerco a donde el estaba; de allí salio un aparato cilíndrico de metal. -¡¡Pensé que no volveríais!!- chillo Boabdil. Y entonces oyó una voz en su mete: “Ya sabes cual es el precio que tienes que pagar, quince mil monedas de oro y ocho mujeres para hacer experimentos” -Lo de las mujeres puedo entregároslo la semana que viene, pero las quince mil monedas me son muy difíciles, casi imposible. Del aparato salio un halo de luz y de allí surgió un ser grisáceo, de la altura de un niño y con grandes ojos ovalados. “No tenemos mas tiempo, las necesitamos para mañana” -Para mañana me es imposible- replico Boabdil “Entonces no hay trato, Granada será conquistada, no os ayudaremos, y pasaras a la historia como el musulmán mas cobarde del mundo” Boabdil se quedo pensativo mientras el carro volad

SIGLO XXV: UN UNIVERSO ALTERNATIVO

SIGLO XXV (OTRA LINEA TEMPORAL) Hylga se acercó al cristal, aquel pez gigantesco la estaba observando. -Deberías de pensártelo- exclamo un hombre a su espalda. -Ya está decidido Atros- respondió Hylga- me iré mañana al amanecer, no hay más que hablar. El pez se dio la vuelta y se alejó, ahora pasaban un banco de peces de colores tras el cristal. -Pero si es muy buen negocio, es la oportunidad de tu vida, ¡piensa cuántas vidas podrías salvar!- replico Atros. -Lo siento, pero no quiero trabajar con embriones, va contra mi ética. Entonces se acercó donde se veían los peces y abrió una puerta en la esfera de cristal que daba a un pasillo. Se montó en un aparato y subió de las profundidades del mar hasta casi la superficie. Cuando llego arriba, se veía el sol dar sus últimos rayos a través del agua. -Ese ovoide esta regular, Hylga. -No pasa nada Markus, mañana saldremos de esta ciudad. -No te ha gustado la oferta que te han hecho. -No ya sabes que aunque estén enfermos, no debemos de entro