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Mostrando entradas de 2017

DOS DE ESPADAS

Desde que nació estaba preparado para este momento, cumplir los 14 años significaba en su pueblo someterse al desafío que todos los varones debían de pasar para convertirse en adultos y dejar de ser críos. Ser adulto es tomar una espada para defender a los demás,  tomar un caballo sobre el que cabalgar y  tomar una mujer a la que engendrar hijos. Por ello, Clairith estaba muy entusiasmado, pero también en su interior, aunque no quisiera demostrarlo, estaba lleno de terror. Debía de someterse a la prueba de las dos espadas y aquello podía significar la muerte. Aquella noche, después de su juramento no pudo dormir, ni siquiera pudo cerrar los ojos; debían de suponer que en su fría y estrecha alcoba estaba dormido, pero no era así. De madrugada dos soldados corpulentos y de mentalidad agresiva le despertaron golpeando horriblemente su puerta y gritando con una voz sin compasión. Una jarra de agua fría, meterse en unos harapos y un mordisco de pan fue lo único q

El Corazón del Bosque

Desde que existen los seres humanos en este mundo, no, mucho antes, vago por aquí. Nunca he dejado de existir, por lo menos desde que tengo memoria, o desde que tienen memoria los árboles. Siempre he estado aquí, y aquí seguiré. Antes el espacio en el que me movía era mayor; ahora hay menos verde en este mundo. Pero siempre existió el “aroma”. El aroma me indica el camino para regresar a mi hogar cada año, solo un día, al corazón del bosque. El aroma es eso que permite que los seres humanos piensen, no que razonen; más bien, es su instinto. El instinto es aquello que los ancla a la naturaleza, lo que los hace animales. Que vivan, pero también que mueran. El aroma está por todas partes, salió del corazón del bosque y se extiende por las ciudades. Dicen que está dentro de las maquinas, incluso en cada animal o persona. ¿Pero qué sería realmente el aroma? No puedo explicarlo con palabras de ningún idioma. Solo sé que existe desde siempre, al menos desde que yo recuerdo

Cultura Ancestral

Desde que aparecieron los primeros rayos de la estrella que brillaba en el horizonte, empecé a inspeccionar; Drúmulus, el planeta del tamaño del sol, era un lugar apasionante…desde sus increíbles estructuras geológicas hasta las reliquias de la antigua cultura de su extinta especie…su religión parecía prácticamente una leyenda de terror ancestral, allí como estaba en el centro del inmenso teatro podría verlos a todos…los enormes jabalíes de decenas de metros tallados en roca,  los leones y mastodontes gigantescos, con los ojos vacíos de vida pues todo allí había desaparecido, toda forma de vida imaginable, y lo que más me impresiono, esa especie de criatura alada, como una rapaz, de varias decenas de metros de envergadura… Entonces divise al horizonte otra estatua, quizá erigida en honor a un dios primigenio, era parecida a un  conejo  y se accedía a ella tras varios saltos de roca en roca… Cogí la nave espacial que iba a supervelocidad y acelere todo lo posible para verla