Despues de la Universidad...

Michael llego a media mañana a su facultad, hacia un sol resplandeciente de principios de verano, entro en la facultad sintiéndose algo cansado y muro hacia el interior, nada mas entrar una pareja le saludo desde lejos, los miro y con un gesto en la cabeza les saludo, entonces vio como se acercaban hacia el y visto lo visto se freno y se dispuso a hablar con ellos.

-Hola Michael- le saludo el chico, mientras la chica lo miraba- has visto las notas, yo aprobe, estamos licenciados tio!!- dijo con efusividad.

-Enhorabuena Markus, ya te dije que podrias hacerlo.

-Muchas gracias!!, vamos a ir a cerebrarlo a casa de Irina, vas a venir, vamos a estar todos!!

-Si, no veo motivo por el que no ir.

-Bueno- dijo Markus- me la llevo un rato, que vamos a comer con mis padre, espero verte!!- dijo sonrientemente.

-Adios- dijo su novia con un agradable gesto.

Michael los vio irse y anduvo mirando al suelo, oia gritos de alegria y llantos de ira durante su camino, pero el solo estaba pendiente de las lineas del suelo y de no pisarlas, esas malditas lineas.

Por fin llego al pasillo donde lo vio, la parde de siempre y las hojas de siempre, miro desganado las notas “sobresaliente” como siempre.

Pero antes de volver a su triste caminar una cara amiga o mas que amiga le salio al paso.

-Hola Michael- dijo una voz agradable

-Hola- dijo el mirándola el escote sin importarle lo que ella pensara.

-Te has licenciado verdad- dijo con el mismo tono agradable.

-Si...-dijo Michael sin importarle el hecho- Y tu¿?

-No...yo no, me tengo que quedar un año aquí

-Lo siento- y la miro a los ojos

-No pasa nada que se le va a hacer, por cierto vendras a casa a casa de Irina¿?

-Si- y subio un poco el tono- no tengo nada mejor que hacer.

-Bueno- dijo muy sonriente- yo tambien estare alli, lo pasaremos muy bien

-Claro- respondio Michael

-Bueno pues hasta luego.

-Adios

Michael la vio alejarse y cuando se canso volvio a mirar las lineas del suelo hasta que salio de la facultad, hacia un dia muy muy bonito pero el no lo vio, solo pensaba en que iba a hacer al año que viene y este verano, la verdad no sabia muy bien que hacer nada mas que aburrirse, los planes de siempre estaban ya desfasados y encontrarse con los amigos de siempre ya no le aportaba nada nuevo.

Llego a la parada de autobús y vio una joven pareja, menores que el.Un chico moreno y una chica rubita hablaban animadamente al lado suyo, entonces, el chico la cogio la beso.

“los niños no han cambiado nada”- penso- “tan jovencitos y ya metiendose en problemas hay que joderse”

Aparto la mirada de ellos indignado y miro el cielo, tan azul como todos los veranos y el mismo puto sol de siempre, “el que me quema”

Por fin llego el autobús y miro con extraña nostalgia la universidad y por un momento penso que esta seria la ultima vez que la veria, paso su billete y se sento en el primer asiento y nada mas arrancar empezo a fijarse en los edificios de la universidad, poco habia cambiado desde el primer dia que llego hace tantos años ya, todo seguia con la misma armonia, seguro que esos dos jóvenes cuando la abandonasen seguiria igual que ahora.

Cuando salieron a la carretera el autobús fue practicamente rapido todo el viaje, ningun atasco esta vez, el sol brillaba en la carretera y sobre los cristales de los cohes, Michael penso cuantos veranos habia coenzado asi y como los habia acabado, harto de tanto verano y de tanta inactividad.

Por fin llegaron a la parada, sin mirar si salian los dos jóvenes se fue del autobes y entro en el bullcio de la ciudad, muchos viejos poco interesantes y muchas jóvenes que aun lo eran menos, volvio a mirar las lineas de la calzada con cuidado de no caer en ellas.

Anduvo y anduvo sin parar hasta que llego a la colonia de chalets, cerca de su casa habia un grupo de gente, ellos le saludaron, el saludo vagamente y dejo de mirarles, llego a la berja de su casa y entro y llamo al timbre.

Una mujer de 50 años le abrio la puerta.

-Hola, Michael, que tal la ultima nota¿?

-Normal, me subo a mi cuarto.

-Felicidades!!, me alegro mucho de que estes licenciado, quieres que salgamos con tu padre a cenar.

-Si bueno, luego me acercare por casade Irina tambien- me voy a descansar

Y sin dar tregua a su madre subio las escaleras y se encerro en su habitación y entonces lo vio, “la ventana” , la misma desde que era pequeño.

Se tumbo en su cama y miro al techo, cerro los ojos y empezo a tararear una canción y entonces quedo en un estado de somnolencia, cuando volvio en si salio de su cuarto y bajo las escaleras para comer.

Su padre y su madre estaban esperándole.

-Bueno hijo, enhorabuena- dijo su padre y se levanto para estrecharle la mano.

Michael sin decir nada se sento y emepezo a comer tranquilamente.

-Bueno, quieres ir a algun sitio especial a cenar.

-No lo se, donde querais

-Muy bien después ire a casa de Irina, para celebrarlo todos y eso.

-Estupendo dijo su madre.

-Voy a leer unas cosas vale- dijo con una suave sonrisa.

-Bueno, si quieres contarnos algo- dijo su padre.

-No nada- y salio del comedor mientras sus padres lo miraban, no era precisamente la personificación de alguien entusiasmado que se acaba de licenciar.

Llego a su cuarto y volvio a ver la ventana, la ventana que daba a la parte de atrás de la colina, la ventana verjas de madera roja, la ventana que de pequeño tenia dálmatas puestos.

Se sento y cogio el telefono y marco un numero.

-Hola, Michael- dijo una voz agradable que habia oido esta mañana- que tal¿?

-Hola Sarah, queria pedirte una cosa, puedo quedar contigo esta tarde para hablar.

-Lo siento, es que no puedo, tengo que ver a mi prima.Nos vemos esta noche

-Vale de acuerdo- y colgo el telefono.

Entonces se acerco a la ventana, la abrio, volvio un momento la cabeza hacia atrás como profunda disculpa a sus padres e hizo lo que debia de hacer.

Comentarios

Fermin ha dicho que…
Este pequeño relato es algo diferente. En este me estoy viendo. En este he sido capaz de alcanzar y terminar unos estudios universitarios aunque solo sea de forma ficticia y sin embargo me pasa como a Michael, que lleva su cuerpo de acá para allá en modo automático.
Los sentimientos van encasillados como en celdas inter-comunicadas por finísimos vasos capilares. Toda la presión que no pueden liberar termina estallando en un inmenso dolor insoportable.
Cuando te escucho y te veo, encuentro algo de este Michael en el relato. No sé lo que es. Quizá sea pura ficción tuya y errada invención mía. Pero en este relato siento dolor dentro. Aquí no hay lugar a motosierras bramando por desmembrar cuerpos ni seres mitológicos de ademanes grotescos. Aquí hay un hilo conductor a lo largo de todo el relato que en ocasiones supera todas las líneas de corte del suelo. Las mismas que necesito seguir o evitar según el momento y que solo yo creo ver.
No voy a poner los signos de interrogación:
De qué nos sirve estudiar durante veinte años el mundo, sus aparentes verdades de volumen cósmico o atómico, su historia, nuestro entorno y sociedad, si a fin de cuentas no nos conocemos nosotros mismos.

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