LA VIDA REAL
Walfind se despertó como cada mañana, le dolía el cuerpo y
la cabeza, no podía dormir bien nunca , se encontraba demasiado triste como
para mover los músculos y deshacerse de la ropa de la cama.
Así que eran las 11:30, el colegio de integración a donde le
llevaban le dejaban faltar en ocasiones, pero aún no quería ir.
No quería ver a sus compañeros
La mayoría no le interesaba, solamente se dirigían a él de
malas maneras y sus comentarios eran soeces y groseros, no quería escucharlos.
Pero sobre todo estaba ELLA, Walfind sabía que estaba
totalmente fuera de sus posibilidades pero aun así había algo que no soportaba
en su cabeza.
Su cuerpo, su cabello, sus ojos, los otros chicos que
hablaban con ella…
Él nunca podría ser como otros chicos, cosa que le resultaba
cargante y muy triste.
Se sentía muy muy enfadado, al final perdió el sueño y se levantó,
se movía de manera ondulante por la casa, a sus 16 años estaba solo, sus padres
ya le dejaban quedarse cuando se iban a trabajar por la mañana.
En cierto modo si odiaba el mundo, no quería relacionarse
con ellos, con los seres humanos, ya que le mantenían en una posición que no
era de su agrado.
Muchas veces le obligaban a hacer exámenes junto a los
demás, pero él estaba harto, quería irse de allí, muchas veces pensaba en
suspender y que lo acabarán expulsando, o bien directamente en quitarse la vida
para que le dejasen en paz.
La mayor frustración recaía los fines de semana, cuando
todos ellos salían en grupo, todos los de su clase, a emborracharse y a hablar
con chicas con minifalda.
Él estaba solo, él estaba muy harto, no solo de todos ellos,
sino de sus padres con quien chocaba en casa continuamente.
No quería vivir, llego a la cocina y encendió la radio, le
encantaba oír las noticas, no le entusiasmaban los seres humanos que conocía
pero si los que había al otro lado del aparato, le interesaba saber en qué
rumbo iba la Humanidad, como se movían las fronteras, los motivos históricos,
religiosos, la manera en la que se comportan las personas.
Pensó si él alguna vez tendría un papel en todo ello.
Lo rechazo por absurdo, nunca seria nadie…
Comentarios
Felicidades.
PD. ES MUY VALIOSO QUE ESCRIBIERAS EN LOS LOGROS DE TU VIDA, PUESTO QUE UNO PUEDE APRENDER DEL OTRO QUE YA RECORRIO ESE CAMINO.
EDUARDO VALLE OCHOA DE GUADALAJARA, JAL. MEXICO