El Deber y la Confianza
La noche en la vieja plaza frente a la catedral era solitaria y oscura; un hombre alto surgió como una sombra de la noche. Otro esperaba sentado en la otra punta. Primero se detuvieron, más adelante el mas alto le hizo una seña al otro y éste se acercó. El primero se acercó más y sacó un arma de debajo de la gabardina y pronunció bajo pero claro estas palabras: “El Cielo gritó a la Tierra que le devolviese lo que era suyo”. El agente esperó la respuesta de su compañero con la pistola en mano, apuntándole. El otro agente abrió la boca, vaciló, y la cerró. -La contraseña -exigió el primer agente El segundo agente abrió la boca y la cerró. -Ultima oportunidad. El otro agente por fin habló. -Uhard, no la recuerdo; no te estoy engañando, la he olvidado en la última hora. Brok empezó a temblar y se puso la mano en la frente como tratando de pensar. -Es la contraseña o la muerte, estamos tratando cosas muy serias- insistió Uhard. -...