SOFIA
SOFIA
Sofía salio del colegio al medio día, se despidió de Clara, su maestra y volvió en bulsko a casa, pero lo que hasta entonces había sido un buen día empezó a cambiar, nada más llegar a casa pego un salto y se coló por la ventana, entonces lo oyó.
-Carolina, no puedo hacer lo que me pides- dijo una voz masculina
-Porque!!!!- dijo un lloro de mujer
-He dicho que no- y se oyó un portazo
A continuación llantos y más llantos
Sofía había conocido esos llantos desde que era muy muy niña y ahora con 12 empezaba a entender el porque de ellos, su madre era increíblemente guapa y joven, sin embargo no tenia padre.
-Esta vez ha vuelto a salir mal- dijo una voz inhumana que salía de debajo de la cama
-Tamado
-Y esta vez estaba cerca, llevaban viéndose varios meses
-Ya..Ya- dijo Sofía apenada
Tamado era la mascota protectora de Sofía.
Una vez cesaron los llantos Sofía bajo por la escalera.
-Mama, ¿estas bien?
-Esta noche trabajo, han alquilado una habitación en un hotel- fue lo que obtuvo por lo que obtuvo por respuesta- llévate a Héctor y a Tamado; esta noche dicen que se ve la Tierra, así que como se que os gusta llevaos el telescopio.
A Sofía le encantadaza ir donde la catarata a ver los planetas, las lunas Phobos y Deimos, la Tierra, las estrellas con su mascota y su mejor amigos, pero le daba pena a lo que se veía abocada a trabajar su madre para sacarla adelante noche tras noche.
Sofía, se quedo sola cenando, se sentía agobiada y sola.
A partir de las 9, saco su catalejo de la habitación de arriba y salio con su fiel mascota a dar un paseo; se veían los desérticos campos rojos poblados de árboles de carne y el cielo estrellado a veces eclipsado por algún ave gigante.
Antes de ir a la catarata fue a casa de Héctor, pero su padre le dijo que estaba enfermo así que se puso aun más triste.
Vago un tiempo hasta que llego a la catarata y con paciencia y cuidado monto su telescopio.
-¿Quieres mirar Tamado?- pregunto suavemente
-No- respondió su fiel compañero-prefiero dormir mientras tu miras.
Sofía, empezó mirando las lunas, después las estrellas y por ultimo miro lo que quedaba de la desgajada Tierra, le costaba mucho creer lo que decían en el colegio de que sus antepasados vivian en esa roca.
En ese momento algo cruzo el espacio y aterrizo cerca de ellos, en realidad era un pequeño meteorito que había colisionado con la atmosfera marciana, cuando Sofía y Tamado fueron a verlo encontraron una pequeña roca en forma de corazón que aun brillaba de color rojo; justo antes de irse a dormir la puso bajo la almohada de su madre con la esperanza de que la ayudase a encontrar a un hombre que la quisiera de verdad.
Sofía salio del colegio al medio día, se despidió de Clara, su maestra y volvió en bulsko a casa, pero lo que hasta entonces había sido un buen día empezó a cambiar, nada más llegar a casa pego un salto y se coló por la ventana, entonces lo oyó.
-Carolina, no puedo hacer lo que me pides- dijo una voz masculina
-Porque!!!!- dijo un lloro de mujer
-He dicho que no- y se oyó un portazo
A continuación llantos y más llantos
Sofía había conocido esos llantos desde que era muy muy niña y ahora con 12 empezaba a entender el porque de ellos, su madre era increíblemente guapa y joven, sin embargo no tenia padre.
-Esta vez ha vuelto a salir mal- dijo una voz inhumana que salía de debajo de la cama
-Tamado
-Y esta vez estaba cerca, llevaban viéndose varios meses
-Ya..Ya- dijo Sofía apenada
Tamado era la mascota protectora de Sofía.
Una vez cesaron los llantos Sofía bajo por la escalera.
-Mama, ¿estas bien?
-Esta noche trabajo, han alquilado una habitación en un hotel- fue lo que obtuvo por lo que obtuvo por respuesta- llévate a Héctor y a Tamado; esta noche dicen que se ve la Tierra, así que como se que os gusta llevaos el telescopio.
A Sofía le encantadaza ir donde la catarata a ver los planetas, las lunas Phobos y Deimos, la Tierra, las estrellas con su mascota y su mejor amigos, pero le daba pena a lo que se veía abocada a trabajar su madre para sacarla adelante noche tras noche.
Sofía, se quedo sola cenando, se sentía agobiada y sola.
A partir de las 9, saco su catalejo de la habitación de arriba y salio con su fiel mascota a dar un paseo; se veían los desérticos campos rojos poblados de árboles de carne y el cielo estrellado a veces eclipsado por algún ave gigante.
Antes de ir a la catarata fue a casa de Héctor, pero su padre le dijo que estaba enfermo así que se puso aun más triste.
Vago un tiempo hasta que llego a la catarata y con paciencia y cuidado monto su telescopio.
-¿Quieres mirar Tamado?- pregunto suavemente
-No- respondió su fiel compañero-prefiero dormir mientras tu miras.
Sofía, empezó mirando las lunas, después las estrellas y por ultimo miro lo que quedaba de la desgajada Tierra, le costaba mucho creer lo que decían en el colegio de que sus antepasados vivian en esa roca.
En ese momento algo cruzo el espacio y aterrizo cerca de ellos, en realidad era un pequeño meteorito que había colisionado con la atmosfera marciana, cuando Sofía y Tamado fueron a verlo encontraron una pequeña roca en forma de corazón que aun brillaba de color rojo; justo antes de irse a dormir la puso bajo la almohada de su madre con la esperanza de que la ayudase a encontrar a un hombre que la quisiera de verdad.
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