EL ARBOL DE CARNE
Hututi levanto la tapa del plato:
-¡Carne de elefante!- exclamo con una gran sonrisa- ¡por fin una comida digna de mi, no esa basura que dan los arboles marcianos!
-Vera, mi general- explico un doctor de alto rango que comia a su lado- los arboles tambien pueden dar carne muy sabrosa, solo hay que saber seleccionar los genes cuando aparece el embrión en el carpelo y luego cada generacion…
Hututi se le quedo mirando demanera cortante y este callo de inmediato
-Nebraska y Kansas se han hecho muy fuertes- dijo un oficial
-Me da lo mismo, Dios esta con nosotros- respondio Hututi tajantemente
-Eso mismo dicen ellos- respondio el oficial
-Eso es lo que creen, pero ahora nos toca a nosotros decidir que hacer con este planeta.
-Por cierto- que hacemos con los capturados- creo que ya no sirve el viejo tratado de Ginebra.
-Dejame pensar para ellos una muerte horrible, ¡el hombre blanco es una alimaña!- y tras esto sorbio una copa de un fuerte licor.
Corria ya el año de 2768, hacia ya mucho tiempo que el hombre blanco habia empezado a colonizar Marte, cuando llegaron fundaron la institución K.P. Roostringerd en honor a un antiguo expecidionario muerto en extrañas cirscustancias.
La institución K.P.Roostringerd se dedico durante mucho tiempo a la investigación de la tierra marciana hasta que se descubrio según la empresa de un hombre de éxito llamado Agul que era ideal para plantar arboles de carnes, alla por el siglo XXV.
Desde entonces los arboles de carne habian ido desapareciendo progresivamente de la Tierra y eran llevado a Marte, junto con la gente que empezaba a emigrar hacia alli, ya pocos quedaban en la Tierra, que ahora dominaba el general Hututi; al que muchos llamaban el anticristo.
Hututi sin embargo no carece de sentimientos, aun recordaba con lagrimas en los ojos como a principios de siglo violaron a su madre delante suyo y como golpearon hasta la muerte a su padre.
Su hermano mayor siempre le decia lo mismo: “Tienes que tener el valor de mirar”
Hacia mucho tiempo que llevaba a cargo su ejercito, desde que quemaron el primer bosque de arboles de carne, se hicieron con el control de una zona para luego abandonarle y regresaron con heroes a Africa, cada vez mas gente se les unia y habia formado el ejercito mas poderoso de la historia, no solo con africanos sino tambien afroamericanos y afroeuroasiaticos.
-Atadlos al arbol de carne ¡y prendedle fuego!- dijo Hututi con ira
-No, por favor- replico el doctor con desesperación- el arbol de carne me ha costado muchisimo cultivarlo.
-Tranquilo doctor, debes de tener el valor de mirar, ¡¡JA JA JA JA!!- replico Hututi con una risa que ni el propio demonio.
-¡Carne de elefante!- exclamo con una gran sonrisa- ¡por fin una comida digna de mi, no esa basura que dan los arboles marcianos!
-Vera, mi general- explico un doctor de alto rango que comia a su lado- los arboles tambien pueden dar carne muy sabrosa, solo hay que saber seleccionar los genes cuando aparece el embrión en el carpelo y luego cada generacion…
Hututi se le quedo mirando demanera cortante y este callo de inmediato
-Nebraska y Kansas se han hecho muy fuertes- dijo un oficial
-Me da lo mismo, Dios esta con nosotros- respondio Hututi tajantemente
-Eso mismo dicen ellos- respondio el oficial
-Eso es lo que creen, pero ahora nos toca a nosotros decidir que hacer con este planeta.
-Por cierto- que hacemos con los capturados- creo que ya no sirve el viejo tratado de Ginebra.
-Dejame pensar para ellos una muerte horrible, ¡el hombre blanco es una alimaña!- y tras esto sorbio una copa de un fuerte licor.
Corria ya el año de 2768, hacia ya mucho tiempo que el hombre blanco habia empezado a colonizar Marte, cuando llegaron fundaron la institución K.P. Roostringerd en honor a un antiguo expecidionario muerto en extrañas cirscustancias.
La institución K.P.Roostringerd se dedico durante mucho tiempo a la investigación de la tierra marciana hasta que se descubrio según la empresa de un hombre de éxito llamado Agul que era ideal para plantar arboles de carnes, alla por el siglo XXV.
Desde entonces los arboles de carne habian ido desapareciendo progresivamente de la Tierra y eran llevado a Marte, junto con la gente que empezaba a emigrar hacia alli, ya pocos quedaban en la Tierra, que ahora dominaba el general Hututi; al que muchos llamaban el anticristo.
Hututi sin embargo no carece de sentimientos, aun recordaba con lagrimas en los ojos como a principios de siglo violaron a su madre delante suyo y como golpearon hasta la muerte a su padre.
Su hermano mayor siempre le decia lo mismo: “Tienes que tener el valor de mirar”
Hacia mucho tiempo que llevaba a cargo su ejercito, desde que quemaron el primer bosque de arboles de carne, se hicieron con el control de una zona para luego abandonarle y regresaron con heroes a Africa, cada vez mas gente se les unia y habia formado el ejercito mas poderoso de la historia, no solo con africanos sino tambien afroamericanos y afroeuroasiaticos.
-Atadlos al arbol de carne ¡y prendedle fuego!- dijo Hututi con ira
-No, por favor- replico el doctor con desesperación- el arbol de carne me ha costado muchisimo cultivarlo.
-Tranquilo doctor, debes de tener el valor de mirar, ¡¡JA JA JA JA!!- replico Hututi con una risa que ni el propio demonio.
Comentarios