MUNDO DE PLAYA
Haffimow se sentó en la fina capa de arena que le proporcionaba suavidad, dejo que sus pies entraran con paciencia en la dulce agua que corria entre las islas. Desde allí lo vio, un montón de islitas y entre ellas el agua llena de peces de colores, los habitantes de allí no le temían a nada, ni a los tres soles ni a las siete lunas. Pronto Haffima se acercó a él y metieron la cabeza debajo del agua , bebieron y sacaron la cabeza, rieron. Se acercaron a un geiser con agua dulce y subieron la catarata de rocas y la cascada hasta la fuente enorme con arcoíris de arriba. Desde arriba pudieron ver sirenas cantando y ángeles que repartían frutas de un millón de colores en su vuelo. Eran muy felices.